domingo, febrero 05, 2006

Capitulo 11 : La red de la araña.

Decían que el capitán Tim era uno de esos naonatos que se mareaba si permanecía demasiado tiempo en tierra firme. El cacareo popular otorgaba al capitán una ascendencia familiar de padres, abuelos y ancestros marinos que se remontaba a la época de los visigodos. Se había acabado difundiendo, en fin, toda una faloria imposible sobre el buen acierto que tenía al saber mantener a flote sus nabes con maniobras de ensueño. Lo que no sabía todo el mundo era que Tim no era un buen estratega a la hora de preparar una batalla. Su astucia le permitiría dirigir todos los frentes de la guerra, pero no cada batalla. Para eso estaba Edrik. Juntos, la Putafosca era imparable.

--Si el Coloso es uno de esos dhows moros, lo mejor sería dejarlo en paz hasta que estubiera amarrado a puerto. Sin embargo, no creo que cometan esa estupidez. Es una nave de un solo mástil, y bajo calado. Nuestros cañones no podrán alcanzar la obra viva y serán inefectivos. --Edrik, sentado al lado del capitán, trataba de ordenar las cosas como mejor podía, para que Jordi las comprendiese--. Será mucho más efectivo el fuego griego. ¿Cómo anda el sifón?
--Funcionaría si tubieramos suficiente nafta, petróleo y azufre.
--La idea es que arda el muelle de carga, y... tal vez un poco de fuego tambien flotando entre el dhow y el puerto.
El sifón de fuego griego era terrible. La sustancia aceitosa que disparaba quedaba pegada y ardía como un demonio, pero sobretodo, era un arma poco conocida y capaz de hacer temblar a cualquiera. Jordi sabía como fabricarlo. Tambien sabía mejor que nadie que un fallo podía prender a los siete u ocho que harían falta para dirigirlo.
--Tendremos que acercarnos a menos de cincuenta pies --comentó Jordi--. En cuanto sospechen darán la voz de alarma en todo el puerto.
--No temerán una goleta amarrada y vacía. El Coloso solo se acercará para cargar y descargar; el resto del tiempo permanecerá a unos cien pies del muelle. Los he visto otras veces. La Rapsodia habrá de estar entre el dhow y su tripulación, y esperemos que el capitán se quede sentadito en su barco algun tiempo. ¿Qué me dices de esa tercera vela tuya? con ella podríamos podríamos dar un salto voraz cuando se iniciara el incendio.
--Quedó atascada cuando chocamos contra la Doncella Alada.
--Entonces tendremos que esperar a que esté a nuestra vera. Y esperemos que el Coloso que esté lo suficientemente cebada de oro de las indias. Cuando nuestros hombres aborden el dhow buscará auxilio en el muelle.
--Te recuerdo, maestre Edrik --interrumpió el capitán--, que solo buscamos el medallón.
--Y yo le recuerdo que el Coloso es uno de los tres barcos insignia de Hamurabi el Perro. Si tenemos la mala suerte de verlo capitaneando el barco, su guardia decapitará a todos neustros hombres.
--Alguna vez te mataré yo mismo por insolente.
--Conténtese con la sangre que va ir al mar esta noche por ese maldito medallón suyo.

2 Comments:

Blogger Bru Ponç said...

Me ha uqedado un poco largo, pero no pude reducirlo en absoluto. Para que veais, os dejo la mesa preparada para que jugueis una escaramuza naval en condiciones.

¡Espero ver fuego y espadas por todos sitios!

11:37 p. m.  
Blogger Amarth said...

uohh que grande, voy a tener que buscar todas las acepciones marinas. Lo único que habia oido era el fuego griego, ya veremos, esto augura una larga y asombrante batalla.

11:54 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home