martes, febrero 14, 2006

Capítulo 21 : Calma

El cuerno de llamada sonó a la hora de siempre justo encima de la trampilla de la bodega, en medio de la cubierta del Rapsodia. Era así como Tim congregaba a toda la tripulación (solo uno de los gitanos solía quedarse en la gavia de la vela mayor, haciendo guardia) instándolos a que abandonaran los quehaceres para hablarles antes de la comida. Antaño habían usado una lujosa campana como la mayoría de los barcos, pero la acabaron vendiendo durante el frio invierno del 1602, hacía cinco años, cuando ni los pillajes normales ni los grandes abordajes conseguían traer nada al estómago. Entonces a algún bárbaro de a bordo se le ocurrió utilizar el cuerno, y no tardaron en acostumbrarse

Tomás cuchillo, que en ese momento estaba en el turno de pesca, se acercó a la masa de hombres que esperaban un discursos rápido. El discurso siempre daba paso a la comida del mediodía. Sin embargo Cuchillo ya sabía la mayor parte de lo que el capitán iba a decir.
--¡Palabras del capitáááááán! ¡Palabras del capitááááán! -- Voceaba el pregonero. Tim apareció enfundado en su gavardina de capa corta y uso diario, al modo de la aristocracia. A veces usaba sombrero pirata de ala larga, verde y negro como la capa, pero cuando hablaba con la tripulación lo hacía siempre destapado, luciendo el cabello largo y negro. Así de elegante, modesto y diplomático era Cabeza de Tiburón, en contraste con la ruindad de su vida. Se acercó a la barandilla de la terraza en el castillo de popa y miró a su tripulación hasta acallarla.

--¡Sucia y pestilente gente del Rapsodia! Todos habeis oido rumores sobre nuestra futura empresa. Algunos de los chismorreos que circulan son verdad y otros no. Ahora nos dirijimos a la isla de Trewnio, y cuando lleguemos podremos descansar un día entero. ¿Os extrañais de mi generosidad? Sí, aun nos queda fruta y verdura de Golden Sunrise y hemos arreglado casi todos los daños del Coloso. Incluso Jordi ha puesto a punto la Tercera Vela. No dudeis que si topamos con nave alguna, estaremos en condiciones de mandarla al fondo del océano. Y sin embargo, ved mi generosidad, iremos a Trewnio para que disfruteis de los placeres que vuestro oro os dé por un dia.
>Al dia siguiente partiremos hacia Lisboa, donde yo mismo y siete de mi confianza tendremos que hacer un sucio negocio. No durará mucho, espero, y en tanto quedareis al mando de Edrik para robar a los pequeños pesqueros portugueses. Lo que pase después no lo sé ni yo mismo. Tal vez, como rumoreais, volvamos al Mar Carmesí.
Eso era todo, y al finalizar anunció él mismo el menú del dia.
Tim había pensado mucho en anunciar la vuelta al Mar Carmesí, pensando en las deserciones que, pese a la pena de muerte, se podrían producir en el próximo puerto; pero tal como alguien dijo: "Se teme más el horror murmurado que el que se confirma con toda naturalidad".

Durante la comida, Cuchillo, Akil, Jieggel y Barbas se refugiaron del sol en la bodega.
--¿Dónde está Trewnio? --Preguntó Cuchillo.
Se hizo un silencio en el que nadie supo que decir, hasta que al cabo fue Barbas el que lo hizo.
--Arribaremos en un par de dias.
--¿Pero dónde...? --Volvió a preguntar poco convencido
--¡Dios lo sabe! y con eso nos basta.
--Tú eres ducho en la cartografía. Te he visto hacer mapas.
--Mi tierno Tomás Rodrigo, ¿Desconoces que vivimos tiempos extraños? La misma isla Media no debería estar donde está, o al menos no había allí nada en los primeros mapas.
--Eso es porque no había sido descubierta.
--¿Y entonces --argulló Barbas intentando hacerles reflexionar--, cómo te explicas que tenga una ciudad con siglo y medio de historia?
--Nosotros no sabemos de historia ni de geografía, respóndenos tú.
--La respuesta es que no hay que buscar una respuesta. Yo sé lo que sé porque sé leer, pero ya los libros antiguos quedaron en el polvo, y no sirven. Los místicos dicen que la vida misma es un engaño, y nos volvemos locos al nacer. Otros anuncian que las respuestas están en el Mar Carmesí, y la iglesia asegura que solo Jesucristo puede salvarnos. Desde luego yo ya no creo en nada. Si hemos de llegar Trewnio o Golden Sunrise, basta con adaptarse a los nuevos tiempos y olvidar todo lo demás. Solo así se encuentran y se hacen los mapas.
--¡Amén! --Se burló Akil.

2 Comments:

Blogger Amarth said...

Dios que ansia, se me han adelantado los dos, pues na ara mismo escribire...

4:10 p. m.  
Blogger Bru Ponç said...

Wo! La verdad es que este capítulo ha sido más bien insulso. Pero no todo iban a ser combates... ¿no?

8:13 p. m.  

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