lunes, febrero 20, 2006

Capítulo 27: Abandonada

-- Tienes muchas agallas para haber vuelto.
La mujer se encontraba en el suelo sangrando de una herida en la frente y se agarraba inconscientemente la barriga para soportar mejor el dolor, no obstante los golpes recibidos no habían apagado sus ojos. Ante ella se encontraba un hombre enorme con la cabeza rapada y un enorme bigote negro que acentuaba la rectitud de sus facciones, estaba cubierto por una enorme capa negra y solo destacaba el broche dorado con una gran cabeza de lobo, que daba la sensación de que iba abalanzarse a devorar a los que lo miraban en cualquier momento.
-- Recuerdo haberte visto caer al mar cuando te abandonamos.--dijo el hombre. -- Sin embargo has sobrevivido y te has atrevido a volver, a volver con los que deshonraste. Si no has muerto aun es porque el mar te ha decidido dar otra oportunidad y has respondido. Nos has traido el medallón.
El rapado alzó el medallón para poder observarlo mejor a la luz de las apagadas antorchas, sus finas filigranas de oro y el elaborado tallado hacían de este una obra maestra, pero su valor se extendía más alla.
-- Dime que esperas de nosotros a cambio de habernos devuelto el medallón.
-- Me gustaría volver a ser la furia de los lobos. -- la mujer hablo, y en su tono había una mezcla de autoridad y rabia.
-- Eso es imposible, como habras supuesto hemos ocupado tu puesto.-- respondió el hombre sin immutarse.-- De hecho los viejos han votado por volverte a ofrecer al mar, pero yo no voy a permitirlo, eres demasiado valiosa.
^^Te voy a encargar otro cometido, y si lo cumples puede que se vuelva a confiar en ti. Salta a la vista que te encuentras en el flujo donde flotan ahora los cambios y te sera más facil adaptarte a ellos y variarlos, con la perdida del medallón hemos despertado la ambición de mucha gente y el mundo se ha desequilibrado. Tu misión sera cazarlos a todos y que todo quede en un cuento, como los que siempre han hablado de nosotros y nuestro mundo.^^

-- Tal misión es mucho más de lo que esperaba y la aceptare de buen grado por mi futura posición.-- susurro la mujer arrodillandose ante el rapado.
-- Me alegran esas palabras, pero no podemos confiar en tí tan plenamente.-- dijo el hombre al tiempo que extraía una expecie de broche con puas que centelleo en la penumbra la extancia.
La mujer reconocio al instante el objeto y se levanto rapidamente, en su cara solo se reflejaba el miedo y sus ojos se habían apagado como si hubiera visto al mismo diablo. El gigante se le acerco levantando la mano para poder agarrarla, la mujer reacciono rapido y lanzo una patada contra el hombre, pero antes que esta pudiera llegar recibio un puñetazo en la cara que le hizo crujir los huesos de toda la cabeza y estrellarse contra el suelo. Apenas consciente de lo que pasaba la mujer sintió como le perforaban la cabeza y se le adhería el broche al craneo mientras el artefacto emitía un ligero zumbido, despues cayó inconsciente.
-- Se ahora nuestra centana para ver y sentir el mundo exterior, y recuerda esto ahora no tienes nada oculto para nosotros.